Su importancia consiste en
que podemos hacer de un programa complejo un programa más simple y entendible,
haciendo la tarea del programador más fácil y que aquellos que lo estudian
puedan comprender mejor.
La división de un programa en unidades más
pequeñas o funciones presenta las siguientes ventajas:
- Modularización: Es el proceso consistente en dividir un programa en una serie de módulos más pequeños y manejables, llamados funciones. Cada función tiene una misión muy concreta, de modo que nunca tiene un número de líneas excesivo.
- Ahorro de memoria y tiempo de desarrollo: En la medida en que una función es utilizada muchas veces, el número total de líneas de código disminuye.
- Independencia de datos y ocultamiento de información: Una función es capaz de mantener gran independencia con el resto del programa, manteniendo sus propios

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